"Si todo el mundo es periodista, ¿qué es el periodismo?"
Ignacio Ramonet

domingo, 12 de diciembre de 2010

Judas Priest

La verdad de los cuentos es que todo empieza con un "érase una vez", que siempre surje una complicación relacionada con que alguien foráneo trata de irrumpir en la paz y en la tranquilidad, que el protagonista lucha con tesón para derrotar ese mal y que, al final, su valía y su bondad sirve para recuperar esa paz, esa tranquilidad, ese equilibrio, ese amor.

Sin embargo, la vida no es uno de esos cuentos en los que no importa cuán difícil sea el problema ya que la solución llegará, sin dudarlo, con un lacito atado a un costado. Porque en esas bellas historias hay dificultades, dificultades que en el tiempo llegan a ser vanas. 

Los últimos días se han visto plagados de dificultades, de cambios inesperados, de giros adversos, de situaciones desquiciantes. Momentos en los que la impotencia te hace mostrar tu cruz de la moneda a quien más se vuelca contigo, instantes en los que una caída tras otra hacen que incluso cuando miras hacia arriba no termines de ver que estás, totalmente, de pie.

Nada peor que te den un azote en la mano cuando tratas de tenderla ciegamente. Tratar de dar tu confianza una vez más en todo aquello que tantas otras veces te ha mostrado esa cara que no querías ver pero que, vez tras vez, tratas de ignorar por todos esos momentos de júbilo, risa y compañía. El afan por la ignorancia y la malversación es una plaga que tratamos de erradicar pero que, como el hambre, sigue viviendo en los rincones donde menos esperamos.

Pero nada más allá de llegar a cuestionarte quién eres en realidad. Día a día te miras al espejo viendo un reflejo de esa persona que puede que algún día llegues a ser. Sin embargo el cristal se derrumba en mil pedazos cuando ves que empiezas a convertirte en todo aquello que siempre has odiado, que has denunciado, que has repudiado. Duele ver como se puede llegar a ser un Goliath para David.

En estos momentos en donde más fé tengo en los cuentos, en que gracias al tesón seré capaz de disipar esta niebla, en que el río volverá un día a llegar al mar, en que, tarde o temprano, podrá disipar esta niebla. Requiere mucho trabajo, mucho esfuerzo, mucho aprendizaje y a ti.

Porque no todos los días amanece radiante el Sol...