Un deporte, un cuerpo

Las distintas modalidades configuran el físico de las personas. Poseer la contextura adecuada influye en la consecución del éxito.

El nadador es alto, posee brazos largos, espalda ancha y pies y manos grandes. Las gimnastas son pequeñas y delgadas y los atletas poseen estatura prominente, con músculos marcados y piernas largas y finas. En el fútbol, los defensas centrales son altos y anchos mientras que los extremos son más ligeros y con estatura baja. La constitución de los deportistas afecta a su éxito o fracaso, así como el ejercicio que realizan determina su propio físico.

Para Jon Iriberri, gerente del servicio de medicina deportiva Custom4us, “cuanto hacemos en nuestra vida condiciona nuestro cuerpo”. La propia práctica moldea al participante y, de esta manera, existen los físicos tipo. “La dinámica y biomecánica de cada disciplina exige unas destrezas y activación de determinados grupos musculares que van moldeando nuestra masa corporal”, afirma el gerente, a la vez que considera que esos tejidos se vuelven “más fuertes, resistentes o rápidos” gracias al entrenamiento.

Una persona con unas características físicas determinadas encaja en una modalidad o en otra. Alguien que posee extremidades cortas y que no supera los 1’60 metros de estatura tiene mayores dificultades para ser un gran jugador de baloncesto. El trabajo diario y el entrenamiento de las facultades son los mayores indicadores del progreso deportivo. “El éxito es una parte mínima de talento y un gran porcentaje de transpiración. Tiger Woods tiene un gran swing, fruto de su talento, algo que solo ve la luz tras horas de entrenamiento”, explica Iriberri. En referencia a los prototipos de cuerpo, la pluralidad existe pero, finalmente, el modelo estándar se impone. “En todas las disciplinas deportivas vemos a personas con contexturas diferentes entre sí aunque, en todos, se mantiene el mismo patrón”.

Los niños, cuando comienzan a hacer deporte, seleccionan, de las alternativas que ofrezca el centro, la que mejor se adapta a sus gustos. No obstante, también eligen en función de sus posibilidades. Iñaki Erdoiza, profesional del servicio de medicina deportiva Custom4us, cita como ejemplos el fútbol y el baloncesto, modalidades más demandadas en la etapa escolar, como ejemplo del condicionamiento físico en este periodo. “Quien se va a dedicar al baloncesto tiene un desarrollo más tardío. Crecen antes en altura pero su musculatura tarda en desarrollarse”, en cambio, “en fútbol son más bajitos y potencian la velocidad”, comenta Erdoiza.

La actividad deportiva influye en el cuerpo del practicante al someter a los músculos a distintas tensiones y cargas. Cuando se trata de disciplinas más estáticas también existe un desarrollo. Jon Iriberri cita, a modo de ejemplo, las prácticas de tiro. “Estos deportistas fortalecen mucho la parte superior del cuerpo. Poseen una fuerte musculatura en la zona del pecho”, declara el gerente de Custom4us.

Fotografía: www.yogacentersc.es