"Si todo el mundo es periodista, ¿qué es el periodismo?"
Ignacio Ramonet

jueves, 1 de diciembre de 2011

Un deporte inaccesible

Siempre he practicado deporte y es algo que recomiendo a todo el mundo. Sin embargo, la posibilidad de realizarlo cuenta con fuertes dificultades, por lo menos en Barakaldo y alrededores. Las únicas pistas disponibles están en los polideportivos, los cuales cobran unas cantidades indecentes por las entradas. Si sumamos el precio de alquiler de los campos, esta alternativa saludable para el tiempo libre de jóvenes y no tan jóvenes, puede llegar a salirnos por más de lo que debería.

Jugar un partido o practicar cualquier juego de equipo requiere estas pistas municipales. Suelen estar bien cuidadas y claro que merecen una contribución por su utilización, pero pequeña, no que haga que tus bolsillos tiemblen cada vez que pienses en hacer ejercicio. Y la cosa no se queda ahí. Además de la entrada, debes reservar la pista por horas, lo que supone un gasto añadido verdaderamente incomprensible. Puede que un solvente asalariado que aprovecha esa salida tempranera del trabajo para jugar un partido con amigos o compañeros no de tanta importancia a este saqueo, pero estudiantes sin ingresos tenemos una visión bien diferente. 

Ante esta situación, muchos jóvenes afirman que no se van a gastar 10 euros por disputar un partido de fútbol y, la verdad, me parece muy comprensible. Cada vez se comenta más en los medios que la gente joven comienza a beber y a coquetear con las drogas más y a edades más tempranas. No digo que porque hagan ejercicio no lo vayan a hacer, pues cualquiera podemos tomarnos unas copas el fin de semana. Lo lamentable es que le cueste más dinero a un chaval jugar un partido de tenis durante una hora, por ejemplo, que irse de botellón toda una tarde. Mientras ésto continúe así la cosa no irá nada bien.

El Ayuntamiento de cada localidad o quien quiera que fije estas escandalosas tarifas, debería sentarse a hablar sobre a dónde queremos llegar si damos más facilidades a la juventud para que tenga mayor acceso a una botella que a un campo de fútbol. Si bajan los precios de las entradas o suprimen el pago de las reservas puede que esta tendencia cambie y dejemos de tener un deporte inaccesible.

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