"Si todo el mundo es periodista, ¿qué es el periodismo?"
Ignacio Ramonet

miércoles, 28 de octubre de 2009

Question

Hay ocasiones en las que una decisión, ya sea fácil o difícil, puede ser la que te someta a los más incesantes quebraderos de cabeza, la que haga de tu cerebro el más potente detonador a un segundo de la más inesperada explosión. Coger ese billete de avión que te lleve a esa tierra olvidada o quedarte con los tuyos, expresar esa idea que te ronda la cabeza o condenarla al anonimato, plantarte en la última mano o apostarlo todo a esa pareja de sietes.

Hay verdaderas decisiones que tenemos que tomar en nuestra vida, esas que realmente poseen trascendencia, todas aquellas que suponen un punto y aparte. Una mala elección puede hacerte perder algo verdaderamente preciado, provocar que los cimientos de tu vida comiencen a agrietarse o sumergirte en una espiral de desilusión que parece que nunca va a enderezarse. Otras, sencillamente, te condenan.

Pero existen otro tipo de decisiones de las que su respuesta no depende nuestro ascenso o caída, de esas que, por decirlo así, pueden tomarse a la ligera. El pantalón que te pondrás hoy, ese disco de música que escucharás en el coche o en qué butaca del cine te sentarás en la película de las diez. El más mínimo factor puede ayudarte a elegir una respuesta a estas cuestiones pero, ¿por ello carecen de importancia?

Porque un grande de la animación dijo una vez que las pequeñas cosas son las que hacen la vida. Por meditar concienzudamente una respuesta o elegir, sin pensarlo, guiándote de tu instinto. Por todas aquellas veces en las que el miedo a elegir te impide ver la amplitud del cielo, la inmensidad del mar y la luz de las estrellas.

Por todas esas veces en las que no sepa que escribir y, aun así, escriba…

1 comentario:

  1. Me alegra enormemente verte por aqui otra vez, se te echaba de menos

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