Obligación y preocupación mantienen un tenso vínculo referente a la inevitable aparición de la segunda al tratar de cumplir con la primera. A medida que crecemos, vamos tomando nuevas responsabilidades en consecuencia de los nuevos retos que la vida nos plantea. Todos y cada uno de ellos llenan una vida que ajena a ocupaciones quedaría vacía y obsoleta. Sin embargo, hay ocasiones en las que debemos elegir cuidadosamente en que emplear nuestro tiempo, ese inagotable corredor que lucha día a día para alcanzar la línea de meta.
En el transcurso de la vida, empleamos nuestro tiempo en todo aquello que nos distrae de la monotonía, que llena nuestro ser o, sencillamente, que nos aporta esas gotas de felicidad que no encontrarías ni en el mercado más oscuro. La diversión del deporte, la pasión por la música o, simplemente, la devoción por unos chavales, pueden hacerte olvidar por momentos la dureza del día a día y el pesar de la rutina.
No obstante, debemos saber que a pesar de que la vida nos permita gozar de todos estos placeres, descubrimos que no debemos desperdiciar ni uno de los segundos del tiempo que se nos ha dado. Para poder sacarle la última gota a la copa de la vida debemos establecer nuestras prioridades, aunque a veces la vida lo haga por nosotros.
Porque una de sus sonrisas puede hacerte olvidar que hoy no ha salido el Sol...
En el transcurso de la vida, empleamos nuestro tiempo en todo aquello que nos distrae de la monotonía, que llena nuestro ser o, sencillamente, que nos aporta esas gotas de felicidad que no encontrarías ni en el mercado más oscuro. La diversión del deporte, la pasión por la música o, simplemente, la devoción por unos chavales, pueden hacerte olvidar por momentos la dureza del día a día y el pesar de la rutina.
No obstante, debemos saber que a pesar de que la vida nos permita gozar de todos estos placeres, descubrimos que no debemos desperdiciar ni uno de los segundos del tiempo que se nos ha dado. Para poder sacarle la última gota a la copa de la vida debemos establecer nuestras prioridades, aunque a veces la vida lo haga por nosotros.
Porque una de sus sonrisas puede hacerte olvidar que hoy no ha salido el Sol...
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